viernes, 20 de mayo de 2011

Querida Bruja

Buscando entre la soledad razones para respirar,
No encuentro mas que motivos para dejar de hacer
lo que hago, y lo que no hago no veo por que volver,
pues al fin y al cabo mi querida bruja, no es normal.

Entre susurros escondidos entre recuerdos,
entre suspiros enterrados en tantos momentos,
solo encuentro rastros de amores muertos,
solo encuentro rastros de dolores pasados.

Querida bruja, querida amiga,
por mas que quisiera, no te olvido,
Querida bruja, querida amiga,
por mas que buscaras, ya estoy perdido.

Vivir entre tus recuerdos es morir en el presente,
ahogarme en el pasado y perderte para siempre,
hondear la bandera de mi luto interminable,
hundirme en el borrón de tu amor insondable.

Te pienso, y de vez en cuanto te extraño, te revivo,
y si se me da la gana hasta te sueño y te imagino,
por satisfacción, por gusto o por idiota, por amante,
por terco, por adicto, pero por todo arrogante.

No es que no quiera olvidarte, en realidad yo odio amarte,
pues entre todas las desgracias habidas por haber,
tu eres la mas hermosa que me pudo suceder,
única razón que roba mi sueño y convoca mi olvido.

Respiro, aunque quisiera ya no hacerlo,
Suspiro aunque de cierta forma me siento
incompleto, solo y borracho de soledad,
de mis contados recuerdos y mis grandes alegrías.

Si me preguntaras, yo te diría que si, aun lo hago,
todavía te recuerdo todavía te extraño,
aun te quiero, aun te amo, y dudo dejar de hacerlo,
pues por mas que combate el impulso de quererte,
no fui hecho para vencerlo.

Siempre que llego al tema, llego a la conclusión,
estamos hechos el uno para el otro, no hay error,
fuimos hechos para una relación llevada al fracaso,
por mi parte el amor y por la tuya el rechazo.

Querida bruja, querida amiga,
te odio mas de lo que te amo,
y te extraño mas de lo que te odio,
¿eso me hace mejor o peor amante?
Pues por amarte no logro olvidarte,
y por quererte no logro odiarte,
me acerco, me acerco, y sigo distante,
quizá simplemente te ame pa´ olvidarte

martes, 17 de mayo de 2011

Quizá~Quizá no

Quizá ya no te escribo con la esperanza de que me leas,
Quizá tampoco lo haga esperando que contestes,
Lo hago solamente con la intención de seguirte en esencia
Pensando que algún día tu regresaras.

Pensando en las noches, durmiendo en las mañanas,
a veces en distinto orden, a veces simultaneas, pero nunca ninguna,
eres mi salida para no divagar entre mi existencia,
para no confundir la ausencia con la soledad.

Quizá hasta te escribo por que después de la soledad,
la melancolía se pelea mis espacios, y mi cabeza se llena de cartas
sin destinatario, sin texto, vacías en contenido, vacías en corazón,
por que después de haber jugado a olvidar, tu saliste ganando.

Tu, contigo tus ojos miel encantando gente, sonriendo.
Yo, mis prejuicios y mis pesares, escribiendo para alguien
que no sabe, o no recuerda, que no quiere, o no se acuerda.
Tu, ¿Pensarás todavía en mi?

Recuerdos añejos de tardes cobrizas,
entre rosas oxidadas y rosas marchitas,
entre fotos pequeñas y cartas guardadas,
con besos ficticios, caricias soñadas.

Te escribo, no con la intención de que leas, ni menos
de que contestes, solamente para aplacar la añoranza,
que te encuentra en las etiquetas de mis camisas,
en los meses del años y en los días del mes.

¿Te extraño?, quizá extraño la ligera curva de tus senos,
quizá mas quizá menos, el sabor de tu esperanza,
extraño besarte el domingo después de misa,
de dormirme en ti de vez en vez.

No porque fuera esto causa de atracción sino de sonrisa,
de felicidad, por lo mio no era de vista, sino de ti.
De tu fe, de tu entrega, de tu inocencia, de tu recelo,
de tu calor, de tu esencia, de ti y de ti.

No te pediré perdón, pues prefiero mi orgullo a tu corazón,
por que si el orgullo no es útil en cambio es fiel, pues
tu te fuiste y mi orgullo sigue aquí digiriendo mis esperanzas
en hiel, convirtiendo mis flaquezas en asperezas.

¿Me arrepiento? no conciencia, no Imelda, no Alejandra,
no Ester, no María, no Mujer, no Bruja, No Mariana,
No tu y todos los nombres que tengas, por que el tuyo dejo
de ser un nombre desde que te fuiste.

Quizá te escribo por que no te tengo,
Quizá de escribo por que por mi moriste,
Quizá te escribo por que no me atengo
a pensar que, desde mucho, ya te fuiste...